29 de marzo de 2016

Ser diferente

«Mira que eres extraño Roberto, ¡eres como un marciano!»
«Chico, eres un bicho raro.»
«Roberto eres más peculiar que un perro verde...»
 A lo largo de los años, he escuchado con mucha frecuencia estos epítetos dirigidos a mi persona, al principio sorprenden, ahora ya ni me molestan.

La primera vez fue en boca de mi madre, me dolió. De mi padre, menos, lo esperaba, nunca nada de lo que yo hacía respondía a sus expectativas.

Dicen que no elegimos a los padres que tenemos, son los que nos tocan. En mi reparto, ellos no fueron nada afortunados. Les salí pequeño, feo, empollón y sin ninguna gracia. Las cosas que a ellos les gustaban, a mí no me interesaban.

Desde pequeñito, me arrastraron por campos de fútbol y me desollé las rodillas intentando complacerlos. Mi habilidad, era ninguna. Después, ante mi incapacidad con una pelota, lo probaron con otros deportes. A mi padre le encantaban todos, pero desgraciadamente yo era, de todo, menos hábil. A veces, creo que inventé la posición en negativo, no había resultado más bajo que yo pudiera conseguir, tanto daba si era en el agua o en la tierra. Lo intentaba, pero era negado para todo lo físico y eso, era lo único que a él le interesaba. 

Afortunadamente, mi hermano Carlos consiguió estar a la altura. Entonces yo pude respirar aliviado porque empecé a pasar desapercibido. Bueno, no del todo, por entonces ya era el rarito de la casa… pero a mí me daba igual, podía centrarme en esos libros que tanto me interesaban y que en mi familia, francamente, estaban mal vistos.

«Niño, deja de leer que te vas a quedar ciego…» «Niño, que te vas a poner malo sin ejercicio…» «Niño, sal a jugar con los amigos…» «Niño, búscate a una chica»…

Se rindieron.

Nunca me tuvieron que regañar por mis notas, pero pocas matriculas han arrancado menos alegrías que las mías, mis padres se limitaban a mirarlas, a regalarme un bien hijo y se quedaban tan anchos. No les interesaban. 

Carlitos, en cambio, compensaba sus nefastas notas con un brillante currículo deportivo y eso, era lo único que en casa se celebraba. Medallas, competiciones, torneos, récords, fama.

¿Tenía celos de mi hermano? No, me alegraba por él. Y por mí, era libre de hacer lo que me gustaba. Yo quería y quiero a mi hermano, a pesar de que es un auténtico zoquete, eso sí, es un gran atleta. No hay maldad en él, ninguna. No me entiende, para él soy el hermano marciano de quién siempre se avergüenza, que solo sabe estudiar.

Conseguí mi beca para pagarme los estudios, aunque en casa no me lo pidieron. Yo no quería deberles nada, éramos como universos paralelos que nunca se encontrarían. En mi familia importaba la fama por encima del talento y aquellos que destacaban por sus habilidades físicas en lugar de por su cerebro… era así.

A mí, me interesaban los números, mucho. Creo que soy un genio con las matemáticas y conseguí utilizarlas en mi beneficio. Inventé un algoritmo que me permitía discriminar en qué invertir en bolsa para obtener los máximos beneficios y aquí estoy, con menos de 30 años y con más dinero del que nunca gastaré.

Cree una sociedad que me reporta muchos dividendos y lo más divertido de todo, es que me llaman Señor Marciano, sin ninguna sonrisilla de superioridad…
¿Será que el dinero todo lo hace normal?
¿Será que ya no importa si soy raro?
Ah, por cierto, mi empresa se llama Marciano Inversiones, de algo me tenía que servir tanto escucharlo.
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110 comentarios :

  1. Las diferencias, con frecuencia, crean malos entendidos y al final lo que tiene que importar es encontrar el entendimiento, respetar que cada uno haga lo que quiera sin necesidad de que uno sea mejor que otro.
    Este relato está escrito para el Concurso El círculo de escritores, que tenía como tema "Un marciano".

    Espero que os guste.

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  2. Yo creo que sí, que el dinero ayuda a limar ciertas diferencias o al menos hace ganar un estatus. Una divertida historia que da que pensar, Conxita.

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    1. Muchas gracias Gerardo por tu comentario.
      Es evidente que "con dinero"se perdona, se disculpa y hasta se ríen las gracias del que no las tiene, creo que a Roberto eso ya le da igual, él sabe que tiene valor por ser quién es, a pesar de ser distinto a todo lo que había a su alrededor.

      Un saludo

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  3. Con dinero ya no importa si eres raro, torpe, feo... Todo se perdona, todo se compra. No está tan lejos de la realidad este relato, con padres que prefieren que sus hijos sean estrellas del deporte o estrellas de lo que sean, aunque sea solo un rato. Muy buen relato!
    Besotes!!!

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    1. Muchas gracias por tu comentario y palabras.

      Estoy de acuerdo contigo Margari, el dinero lo compra "casi" todo. Como tú pienso que hay muchos padres que hacen vivir en sus hijos esas expectativas que en ellos no se cumplieron y de ahí todos los Messi, Ronaldo y otros grandes jugadores que los progenitores creen que corren por los campos infantiles.

      Un beso y feliz semana

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  4. A mí me ha recordado a los muchos niños que sufren por que los demás no aceptan que es diferente. Como siempre, es un placer leerte. Un beso

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    1. Gracias Ana.
      Tienes razón hay muchos niños que sufren por ser diferentes, en el caso del protagonista tiene una buena autoestima, a pesar de sus padres, y no le afecta pero la opinión de los otros, de los iguales es muy importante en ciertas etapas de la vida.

      Ojalá se enseñara más a aceptar las diferencias, a respetar que a cada uno de nosotros nos pueden gustar cosas distintas y no pasa nada, ninguno es mejor que el otro.
      Como siempre tan amable con tus palabras, gracias.
      Un beso.

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  5. La verdad que los Marcianos están de moda. Se dice que incluso figuras como Gates o Job están influyendo en los protagonistas que fabrica Hollywood (algo que no puede afirmar, pues no voy al cine).

    Muy chula la historia, Conxita.

    Saludos.

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    1. Gracias Ignacio.
      Yo tampoco sé si los marcianos están o no de moda pero sí que siempre han existido personas diferentes que han tenido que luchar para defender su pensamiento, su posición, su manera de vivir la vida o incluso su sexualidad. Ser diferente no es fácil y menos en la propia familia.

      Me alegra que te haya gustado.

      Un saludito.

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  6. Jajaja muy buena tu historia. Ciertamente el dinero mueve montañas, pero una, con el paso de los años, da preferencia a otro tipo de valores.
    Comparto.
    Un abrazo

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    1. Gracias Marybel por tus palabras y por compartirlo.
      Tienes razón que mueve montañas, aunque conforme van pasando los años te das cuenta de que las cosas importantes aunque suene tópico no las da el dinero, aunque ayuda por supuesto.
      Mi protagonista tiene que luchar con ese ser diferente en su propia casa, y que no se respete su diferencia por no cumplir las expectativas de sus padres.

      A veces, ¡¡¡qué presión se ejerce sobre los hijos!!!

      Un abrazo guapa

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  7. Qué relato más completo. Tocas varios temas muy interesantes. Hasta qué punto unos padres proyectan sus frustraciones en sus hijos y cómo no saben aceptar que éstos tienen su propia forma de ser.
    En una sociedad donde lo que importa es el dinero y la fama parece que la inteligencia es una cualidad poco retributiva, sin embargo el protagonista de tu historia les demostró a todos que, a veces, ser inteligente da réditos.
    Me ha encantado tu relato porque hay mucha moraleja en la figura de Roberto.
    Un beso, y suerte en el concurso.

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    1. Muchas gracias Kirke.
      Me alegro que te haya gustado Roberto porque como tú creo que es un gran tipo, que es capaz de defender sus ideas y su manera de querer vivir, en una sociedad que como bien dices solo parece valorar el dinero, la fama, la belleza y poco más...

      Roberto utiliza su inteligencia para asegurarse un futuro mejor y seguir viviendo de lo que le gusta, de pensar, de usar su mente, eso que parece tan poco lucido en esta sociedad que tenemos, en que salir por la televisión y mostrar un grado de incultura se jalea en detrimento de aquellos que trabajan con el esfuerzo de su trabajo y su mente.
      Bien por Roberto y mal por esos padres que vuelcan unas expectativas frustradas en sus hijos sin aceptarlos como son. Coincido plenamente con tu lectura del relato.

      Muchas gracias por tus deseos sobre el concurso, creo que lo interesante del concurso es ver lo que cada uno de nosotros relatamos por "un marciano".

      Un beso

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  8. Me ha encantado cómo has contado la 'historia', Conxita, pero lo que más me ha gustado es que he podido ver un Roberto con personalidad propia, un Roberto que no se ha 'achantado' ni ha visto mermada su autoestima por lo que veían (o no veían) en él sus padres y hermano. Lástima que Don Dinero, como él se pregunta, convierta lo raro en normal y vuelva 'importante' a quién dispone de él.

    Te deseo mucha suerte en el concurso, ¡seguro que te irá bien!
    Un beso

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    1. Muchas gracias Chelo,
      Me alegra que hayas podido ver así a Roberto porque creo que es así como lo cuentas. Consigue no hundirse a pesar del poco apoyo familiar, de ser el raro de la familia y de no cumplir nunca las expectativas de unos padres que no son capaces de ver que cada hijo es distinto y con una personalidad e intereses distintos a los propios.
      En Roberto, Don dinero, no lo hace importante porque él ya sabe que lo es, pero le da una aceptación que ya no necesita.

      Gracias por esos buenos deseos.

      Un beso

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  9. Pues menos en lo de ganar dinero, lo primero parecía un calco mío (menos lo de feo , claro) , jajajaj.
    Creo que me voy a montar Marciana Inversiones.
    Muy bueno, Conxita.
    Besos

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    1. Gracias Celia por tus palabras.

      Con frecuencia hacer cosas distintas es muy complicado, todo parece tener que ser "normalizado", sin entender que el concepto de "normalidad" es muy elástico, es una etiqueta que te colocan sin preguntar si la quieres, lo importante es dejar que cada uno sea como es, sin imponer a los hijos la difícil tarea de cumplir sueños y expectativas de los padres.

      Jajaja avísame si montas Marciana Inversiones.

      Un saludo guapa

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  10. Has descrito un marciano muy terrestre. Creo que es lo habitual en este planeta el que a los diferentes se les mire de lado y se desconfíe en ellos y en sus peculiaridades que los hace especiales.
    Me gusta la personalidad de tu personaje que en un principio se esfuerza por complacer a los demás hasta que se da cuenta que lo que interesa es luchar por lo que se quiere con las habilidades que nos han sido otorgadas. No odia, no envidia, al revés se siente libre al verse aliviado de la presión de los sueños y expectativas puestos en él por sus padres y la sociedad en general.
    Es capaz de superar su limitación de belleza y forma física y conseguir metas que le han proporcionado lo que ansía la mayoría de los mortales: Ser marcianos con dinero y bien estar.(Ironía)
    Muy bueno, nos veremos las caras en el concurso, intrépida oponente.
    Besos

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    1. Gracias Francisco,
      De acuerdo con lo que comentas. Mi marciano muy terrestre consigue, a pesar de los varapalos de sus padres, ser él mismo, seguir defendiendo aquello en lo que cree, en el saber, en el esfuerzo...cree que la inteligencia y la cultura son valores importantes y los defiende en una sociedad en la que se valoran otras cosas de consumo más rápido.
      Muchos padres no se dan cuenta del daño que causan en la autoestima de sus hijos intentando hacer que cumplan sus sueños, los de los padres, sin dejarlos ser ellos mismos.
      Roberto usa el dinero para reírse de aquellos que lo han llamado raro durante toda su vida, pero sin acritud, sin malicia, simplemente constata que lo puede conseguir. Igual entonces sus padres lo valoran, o no.

      Me encanta saber que compito con oponentes tan buenos como tú.
      Un beso.

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  11. ¡Ay, ay ay! ¿Y donde dejo el comentario a tus rincones especiales de escritura? En la sección de premios no hay lugar.

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    1. Jajaja Francisco, al final de toda la sección de premios, también hay lugar para los comentarios y los espero, venga.
      Un beso

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  12. En la singularidad de cada persona esta el aprendizaje de la vida, si todos fuéramos iguales seria un aburrimiento.
    Besos

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    1. Gracias Ilesin por tu comentario.
      Ojalá muchos más pensaran así, sería tan aburrido ser todos iguales.
      A veces los padres se olvidan que sus hijos no son miniaturas de ellos, que tienen vida y personalidad propia y que la gracia de educar es dejarlos ser distintos.

      Un abrazo.

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  13. Un estupendo relato donde la moraleja acerca de la importancia del dinero en esta sociedad tan proclive a la apariencia y exhibición de esas riquezas materiales, representada por este protagonista Roberto "el chico perfecto" y aparentemente "el listillo" de turno como ocurre también en esta sociedad actual, parece que le echa el pulso a su hermano Carlitos y a la familia al completo, criticándoles su afición sana por el deporte, pero nada crematística!!!
    Me ha gustado mucho, Conxita, como lo has ido narrando para dejar clara esta ácida crítica.
    Un cordial saludo

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    1. Muchas gracias Estrella.

      A veces se tiene la sensación de que se ha perdido el norte, que ya no se valora aquello que no se ve como la inteligencia, la cultura, el saber...Se trata de mostrar o riquezas o una apariencia física perfecta o una fama efímera, el trabajo, el esfuerzo, pensar...parecen estar en franco declive en una sociedad donde se premia no por el trabajo sino por lo que se muestra, aunque sea la propia vida.

      Me alegra que te haya gustado el relato y la crítica que, sí, en él se hace.
      Un abrazo

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  14. Me ha gustado mucho tu relato Conxita. Poco puedo aportar que no se haya dicho ya en tan buenos comentarios, desde luego. Coincido con aquellos que dicen que es una historia muy completa, con muchos matices y abundantes reflexiones. Desde los problemas de aceptación en la infancia, a la influencia de los padres y sus prejuicios, el ser diferente en contraposición con el hermano privilegiado, el poder del dinero, que en este caso llega, efectivamente, detrás de la propia aceptación, por lo que no corrompe, etc. Muchas cosas e muy pocas palabras. Magnífico
    Si te apetece, te invito a leerte un cuento que yo escribí hace un tiempo, porque está un poco en consonancia con el tuyo. Se llama "Melody", y lo puedes encontrar en la sección que llamo "Dramas" Creo que te gustará
    Un abrazo

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    1. Gracias Isidoro, se te echaba de menos con tus comentarios tan interesantes.

      El relato quiere reflejar esa equivocación que a veces cometen los padres de querer hacer de sus hijos una extensión, olvidándose de que los niños son diferentes a ellos, que no pueden encubrir sus frustraciones haciéndolos vivir unos sueños que no son de los hijos. Es importante valorar a cada uno de los hijos, con sus diferencias y que cada uno haga aquello que más feliz lo haga. Afortunadamente mi protagonista sabe lo que quiere y a pesar de no saberse aceptado con sus "rarezas" en esa familia que le ha tocado, consigue ser feliz.

      Por supuesto me pasaré a leer tu relato, estoy segura de que me gustará.
      Un abrazo

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  15. Qué gran reflexión, Conxita! Con dinero no hay clases y sin dinero, tampoco. Sólo existen en el término medio. Impresionante. Te felicito. Un abrazo

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    1. Muchas gracias Ana, me alegra que te haya gustado.

      El dinero, parece que al final todo lo facilita, uno puede ser como quiera, si tiene dinero todo se tolera y como bien dices tu con esa gran frase "con dinero no hay clases y sin dinero tampoco". Triste, qué al final solo se nos mida por eso.
      Creo que mi protagonista consigue aprovechar el dinero en su favor para seguir haciendo lo que le gusta, eso es lo importante ser feliz haciendo aquello que nos satisface.

      Un abrazo

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  16. Muy buen relato, Conxita, lo había marcado con + hace unos días, pero no podía dejar de comentarlo. Has tocado un tema muy actual. La búsqueda de la uniformidad, el rechazo a la diferencia, el poderoso caballero es don dinero. El personaje del relato quedó marcado por todo lo anterior. Ese es nuestro mundo terrícola. Saludos y cariños

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    1. Gracias MariaÉ sabes que agradezco enormemente vuestros comentarios, me gusta saber qué os parece, creo que eso es muy importante para los que escribimos. Hace un tiempo aprendí una palabra apapachos, en Náhuatl, una lengua indígena, que son caricias en el alma, así siento vuestros comentarios. Gracias por la generosidad al hacerlo.

      De acuerdo contigo se rechaza aquello que es diferente, justo porque es diferente y porque probablemente da miedo. Roberto a pesar de las circunstancias no se deja amilanar y sigue luchando por aquello en lo que cree, en la cultura, en el conocimiento, en el saber..y al final consigue callar a todos aquellos que lo llaman raro por ser distinto.

      Un saludo

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  17. LO peor que le puede ocurrir a un niño o niña es verse repudiado o ninguneado por su familia, la que debería ser precisamente fuente de amor, protección y ayuda.
    Lo mejor de Roberto fue no dejarle amilanar y, con tesón, labrarse u futuro aprovechando sus facultades intelectuales. Cada uno sirve para una cosa distinta y hay que respetar esa singularidad.
    En circunstancias reales, un niño como él hubiera podido caer en una depresión y desear no haber nacido.
    Has sabido reflejar muy bien el punto de vista del protagonista de una triste historia con final feliz.
    Un abrazo.

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    1. Totalmente de acuerdo contigo Josep Ma, "cada uno sirve para una cosa distinta y hay que respetar esa singularidad".

      Roberto aprende una dura lección que no se desea a ningún niño y es ese sentirse no aceptado por ser diferente, por disfrutar con cosas distintas a las que le gustan a su familia y esta, en lugar de hacer que cada uno sea como quiera ser, intenta reproducir fotocopias deportivas que cubran las necesidades de los padres en lugar de respetar su singularidad.

      Gracias por tus palabras.

      Un abrazo

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  18. Muy buen relato, compañera. Me siento, supongo que como muchos de tus lectores, identificado con el protagonista. No hasta el extremo de ser repudiado por la familia, por supuesto, y menos en lo referente al dinero, je, je je, pero siempre he sido un negado para el deporte y la lectura siempre me ha atrapado. Un saludo y mucha suerte.

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    1. Muchas gracias Bruno por tu visita.
      Todos en algún momento hemos sido "negados" para una cosa y "maravillosos" en otras, lo importante es que siempre haya alguien cerca que lo sepa valorar, que nos anime, que nos sonría y nos diga "eso está bien", porque en cada uno de nosotros hay lo mejor de nosotros mismos y eso, encima, es único e irrepetible.
      Muchas gracias por tus amables palabras.

      Si te apetece, espero verte de vuelta pronto en este blog.

      Un saludo

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  19. Desde la premisa del "marciano por ser diferente o raro", nos conduces, con una narración fluida y muy amena, por el sendero de la historia de un muchacho, que dicho sea de paso, muchos querrían tener como hijo. Aunque sus padres no valoren sus dones, él es un chico comprensivo, que ama lo que hace y quién és. Tiene en gran estima a su hermano, a pesar de que a éste si que lo valoran sus padres, por ser buen deportista. Un relato plagado de valores, donde destacan el respeto y la autoestima del protagonista.
    Me ha gustado mucho, Conxita.
    ¡Abrazo, Compañera! ;)

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    1. Justo desde esa Edgar, "ser diferente o raro" según lo que nos marca la sociedad en la que vivimos.

      Estoy de acuerdo contigo que en muchas familias que valoran el conocimiento, el saber, estarían encantadas de tener un hijo como Roberto, pero las familias no se escogen y a él le ha tocado una en que eso no se valora, pero el muchacho tiene muchas herramientas para salir adelante porque cree en él y sigue creyendo en aquello que para él es importante y lo hace feliz y al final, lo que queremos es ser felices.

      Me alegra que te haya gustado y gracias por compartirlo.

      Un abrazo

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  20. Me ha encantado tu relato, Conxita. Has sabido darle a una realidad que podía haber resultado muy amarga, un punto cómico, dulce y con sentido del humor. Creo que Roberto ha sido el último en reir y ríe mejor, como dice el refrán...

    Al margen de la historia, que me ha parecido estupenda, hay grandes reflexiones de fondo sobre la incomprensión de algunos padres hacia los talentos de sus hijos porque, sencillamente, no son lo que esperaban. O respecto a la discriminación social que se sufre cuando se es "diferente" de lo que hay en el entorno. O respecto a lo beneficioso de tomarse con humor ciertos tragos amargos de la vida para superarlos...

    Muy bueno, te felicito :))

    Un abrazo y feliz noche de jueves!!

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    1. Gracias Julia por tus palabras, siempre tan generosa.
      A pesar de lo duro que puede resultar una situación de este tipo, creo que Roberto ha demostrado que con humor y estando seguro de si mismo, de los peores sitios se sale.
      Es triste ver como muchos padres acaban proyectando esperanzas y sueños frustrados en sus hijos, sin dejar serlos como son y "machacándolos" para convertirlos en pequeñas réplicas de si mismos pero exitosas. Y fracasan, en lugar de disfrutar de las diferencias y de las individualidades de sus hijos.

      Un beso y feliz fin de semana

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  21. Estos son los marcianos en quienes creo, y te digo que les tengo una enorme simpatía, porque no resulta nada fácil encarnarlos. Un precioso relato, Conxita.

    Un beso.

    Fer

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    1. Muchas gracias Fer.
      Al final resulta que es mucho mejor ser un marciano que pasar por la "dictadura" del todos iguales, de ese no pensar y dejarse llevar por la frivolidad de la imagen, de las cosas fáciles y sin esfuerzo, del desprecio por la cultura y por el saber...si eso es ser normal, ¡¡yo quiero ser marciana!!!

      Un beso

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  22. Me encanta es estilo de marciano que has descrito. Los chicos como el que describe es un niño inteligente que le gusta ser el a pesar de la frustración de los padres. Le has dado un final que el se ríe de los peces de colores al demostrar que ha ahorrado al no salir como los otros niños. Suerte en el concurso. Un abrazo

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    1. Gracias Maria del Carmen,
      Roberto disfruta con el saber, con los libros, con su manera de vivir la vida que no es mejor ni peor que la de su hermano, simplemente es distinta, y eso es lo que sus padres no parecen entender, que no hay uno mejor que el otro, son distintos y se los quiere por igual.
      Y sí al final el último acaba riendo más pero es que a Roberto eso le daba igual, él quería ser como era y que sus padres lo valoraran por ser como era.

      Muchas gracias por tus buenos deseos para el concurso. Me ha gustado imaginar a un marciano encantador como Roberto.

      Feliz fin de semana

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  23. Las rarezas, con dinero, lo son menos... Hasta los extraterrestres, si son ricos, resultan mas gratos a nuestra mirada...

    Ja,ja,ja...

    Un abrazo

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    1. Pues sí Ildefonso, desgraciadamente parece que el dinero nos hace olvidarlo todo...aquel al que sin dinero se lo echa de los sitios, con dinero se le trata hasta de usted, ¡¡¡qué terrible paradoja como si el dinero diera calidez y sentimientos!!!
      Imagina que a Roberto hasta le llamaban señor Marciano sin reírse de él y sin darse cuenta de lo mucho que a él eso, entonces, le divertía.

      Un saludo y feliz fin de semana.

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  24. Me encanto, desde el principio me atrapo porque me senti totalmemte identificada (menos lo del dinero hahaha), pero se puede decir que yo tambien soy la rara de mi familia, la que no hace lo que se supone deberia de hacer, mi papá sueña con tener una princesa de hija, delgadita, que todos los dias siempre este bien arreglada y bla bla bla y yo sali todo lo contrario a lo que el esperaba, se que ama, eso no lo pongo en duda, pero he llegado a pensar que en cierta medida lo he decepcionado un poco.
    Me encanto, saludos

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    1. Muchas gracias por tu comentario Karla y bienvenida a mi blog.

      En el fondo hay tantas situaciones en que uno se acaba sintiendo el raro o la rara...pero y eso es lo importante...¿Qué es ser raro? ¿No ser igual que todo el mundo? pues ¡¡¡viva las diferencias!!!, sería muy aburrido si todos fuéramos aún más iguales.

      Un saludo y si te apetece, me encantará volver a tenerte por aquí pronto.

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  25. Hola Julio David, muchas gracias por pasarte.
    Es curioso ver cómo se repite una y otra vez, esas expectativas desproporcionadas que se depositan en los hijos que solo buscan satisfacer egos de los papis, los hijos son como son y aceptándolos tal cual es como mejor se los quiere, no vienen a hacer realidad ningún sueño de nadie más que los propios.

    Un saludo y feliz fin de semana

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  26. Hola Conxita!!!!! Qué buen relato!!!! Conozco niños y padres como los descritos y es una pena. Yo seguramente me equivoco como madre mil veces, y mi marido también, pero si algo tenemos claro es que hay que apoyar y valorar a los hijos. Yo he intentado apoyarles en todo, tanto en estudios como en deporte, a veces deportes convencionales y otros raros y con poco futuro pero que a ellos les gustaban, y eso es lo importante. Ahora los apoyo en sus estudios y en sus grupos musicales y aunque no lleguen a tener un enorme éxito ni mucho menos siempre se sentirán apoyados.
    Un abrazo y me ha encantado leerte.

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    1. Muchas gracias Marigem,
      Como dices hay muchos padres que pretenden que sus hijos sean una extensión de ellos mismos o cubran aquello que ellos no pudieron hacer, a mi me parece mejor que sean ellos mismos, lo que quieran ser y los haga felices, tal y como tú comentas que haces con tus hijos.

      Un saludo y feliz fin de semana

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  27. Me parece que Roberto es una persona con una gran madurez y seguridad, a pesar de reconocerse como "rarito" no le crea trauma, en su lugar se alegra de pasar desapercibido ante las cualidades deportivas de Carlos que tanto aplauden sus padres, y él se siente libre para cumplir con su propósito, y conseguirlo.

    Roberto no se dejó influenciar e hizo de su vida una experiencia lo más agradable que supo, y hasta diría que divertida dando el mote a su negocio, que al final fue lo que le inspiró.

    Cuando se hacen las cosas por un motivo noble y no por dinero, éste aparece para facilitar las cosas. No se debe forzar nada ni a nadie.
    Muy bueno tu relato, Conxita, te deseo suerte en el concurso.

    ¡Un saludo cordial!

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    1. Gracias Mila.
      Estoy de acuerdo contigo, Roberto es una persona muy madura y con gran seguridad en si mismo y eso le permite relativizar ese segundo plano en el que lo dejan en casa por ser diferente, al contrario a él le viene bien no tener la atención de sus padres en algo que a él no le gusta. Son sus padres los que quizás se olvidan que los hijos no son ni fotocopias de los padres ni están para cumplir los sueños de estos.

      Me alegra que te haya gustado y tus buenos deseos en el concurso.

      Un saludito de domingo

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  28. Qué susto, Conxita, casi me da miedo intervenir en este blog tan concurrido y tan lleno de comentarios y de talento, sobre todo, viniendo del mío que parece un páramo.
    En cuanto al fondo del cuento, me parece que se ha puesto de moda "educar" para el triunfo. Aquello de "lo importante es participar" es algo ya muy anticuado, de cuando se creía en la integración educativa y en otras cosas tan humanas. El dinero ha sustituido, en casi todas las áreas, a la dignidad. Pero parece que son los signos de este tiempo.
    Agresividad, competitividad, resultados y cualquier tipo de victoria se prefiere a la piedad, a la solidaridad y, en general, a otras virtudes que el sistema de vida, sin llamárselo, considera defectos.
    O sea, que me ha gustado.
    Saludos.

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    1. Es un placer tenerte aquí Soros, estoy encantada de recibir tus comentarios. Siempre digo que para mi los comentarios, las reflexiones, son como caricias para el alma porque es un ratito que se dedica a leer aquello que sale de muy dentro.

      Muy acertada tu expresión de "educar para el triunfo" y ese "triunfo" justifica todos los fines, y si encima hay dinero, eso ya lo acaba de justificar todo.

      Mi protagonista reivindica el derecho a ser diferente, a participar porque eso es lo importante, a defender la cultura, la inteligencia, el saber...y como bien dices, todo lo que la sociedad del éxito fácil parece menospreciar. A Roberto, la vida, le acaba dando la razón justamente con lo que a él menos le importa pero que todos los otros son lo único que valoran, el dinero. Ese, que le permite seguir siendo diferente.

      Un saludo, me alegro que te haya gustado. Hasta pronto.

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  29. Pues es un tema realmente interesante e importante. Nosotros hemos tenido cuatro hijos. Todos han tenido las mismas oportunidades. Dos eligieron carrera y han triunfado en lo que les gusta. Otro es totalmente independiente y se emancipo muy joven. Por una parte fallé porque no acabo su carrera en la distancia, pero nunca me ha pedido una ayuda especial y ahora acaba de ganar una posición, ademas de ingresos varios que recibe mensualmente con sus conocimientos. Pero una vez me dijo,: Gracias por haber respetado mi libertad. La última que no paso de primero de administrativo, es casada feliz aunque muy corta de dinero. Quiero decir que cada cual se labra su propio destino, y nosotros solo podemos aconsejar.

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    1. Gracias Marcos por tu aportación.

      Preciosa la frase de tu hijo ese "gracias por haber respetado mi libertad" me ha parecido precioso, porque a veces los padres queremos proteger tanto a los hijos que no los dejamos volar y ser ellos mismos. Como tú bien dices, se trata de aconsejar y que sean ellos los que decidan su destino y aquello que los hace felices.

      Dar las mismas oportunidades y respetar las diferencias, sabio consejo Marcos.

      Un saludo.

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  30. Invita a reflexionar mucho. Me encanta la gente diferente aunque creo que es algo que se valora a medida que nos hacemos mayores. Un besito siempre sorprendes con tus relatos.

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    1. Gracias Natalia.
      Es cierto que hay una época en la vida, en la que parece que da mucho miedo ser diferente, se lleva la uniformidad y ser la nota discordante necesita ideas muy claras y una autoestima fuerte como es el caso de Roberto. Conforme uno se hace más mayor se da cuenta que lo que importa es ser feliz y cada uno es feliz como quiere y como puede, aunque eso signifique ser distinto al resto. ¿Será que nos volvemos más sabios con la edad?

      Me alegra sorprenderte con mis relatos y que dediques tu tiempo a leerlos. Muchas gracias.

      Un beso guapa

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    2. gracias a ti por tu relato guapa y también por tus palabras me gusta mucho pasar por tu blog no he podido participar es la propuesta que me hiciste por mail por falta de tiempo pero a ver si encuentro un hueco y estoy más tranquila y participó en otras ya que me gusta mucho escribir y este tipo de blogs un besito guapa

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    3. Otra vez será, gracias Natalia por tus palabras.
      Un saludo y feliz fin de semana

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  31. En este mundo facundo se valoran mucho más, es obvio, las cualidades físicas que las intelectuales o las morales. Pero se te perdona que seas feo, raro y empollón si consigues ganar mucho dinero.
    Lo malo es que te dé por la poesía o alguna otra inutilidad por el estilo.

    ¡Suerte en el concurso!

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    1. Pues tal y como lo dices Ángeles, se te perdona todo si ganas dinero, entonces imagina hasta te llaman Sr. Marciano sin risitas y puedes ser el más ignorante del mundo mundial que no pasa nada, encima hasta se jalea la incultura.
      ¡Qué absurdo!, que se valore tan poco lo que no aporta dinero. La música, la poesía, la literatura, la pintura, ...¿Y todo lo qué se pierden?

      Muchas gracias por tus buenos deseos, un saludo.

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  32. Conxita, te dejo un enlace a mi nuevo blog, ya que por motivos técnicos me he visto obligado a cambiarlo...

    ====================================================

    http://ildefonsorobledo.blogspot.com.es/

    =====================================================

    Un abrazo

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    1. Gracias Ildefonso por avisar, lo cambio e incorporo el nuevo.
      Un saludo

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  33. Me ha encantado este texto¡¡ yo también he sido un poco marciano¡¡ la diferencia es lo que nos caracteriza y nos da valor¡¡ yo estoy muy orgulloso de ello aunque vaya contracorriente y no siempre hayan comprendido mi amor por la lectura y el estudio¡¡ gracias por tus geniales textos¡¡ un beso¡¡

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    1. Jajaja Francis, creo que muchos nos hemos sentido más de una vez "marcianos"...¿Amor por los libros? ¿Se puede? ¿Eso qué es?
      Bien por ir contracorriente haciendo aquello que te gusta y te hace feliz, al final con quien más estamos es con nosotros mismos, así que mejor hacerlo muy felices.
      Gracias por pasarte y por supuesto, por ser diferente, eso es lo que nos hace únicos y como bien dices, nos da valor.

      Un abrazo de otra diferente.

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  34. Pues a mí me gusta más el camino de Rober que el de Carlitos, todo hay que decirlo. No tanto por lo académico si no porque me le imagino desarrollando una personalidad propia y un carácter perfectamente definido, y eso no tiene precio. Ni aquí ni dónde vivan los marcianos, vaya.

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    1. Holden,
      Pues va a ser que a mi también me gusta más ese chico que es capaz de hacer lo que le gusta, con carácter y con una fuerte autoestima que le permite desafiar a aquellos que quieren que sea distinto. Es mucho más fácil ser igual que todos, pero en la dificultad... está muchas veces la salsa.

      Sería muy aburrido si todos fueramos iguales.
      Un saludito

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    2. Tienes mi espacio en mi blog, Conxita :D

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  35. Varios temas tratas. No encajar con el lugar o familia de procedencia, sentir que se pertenece a otro mundo. Por otra parte, el rechazo a lo diferente, qué pena no ayudar a potenciar esas peculiaridades individuales. Y por último, cuando se consigue una posición económica y/o social, entonces lo raro sí es digno de admirar. Ya se sabe que para la mayoría de la gente tener éxito es ganar mucho dinero, pero tener éxito debería consistir en ser feliz y sentirse realizado con lo que se hace.
    Besos

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    1. Lorena, estoy totalmente de acuerdo con tu definición del éxito, ser feliz y sentirse realizado con lo que se hace, en cambio se asocia siempre a dinero, con dinero parece que todo está resuelto.

      Estamos en una sociedad en la que se prima la uniformidad, que todos seamos iguales, que nos gusten las mismas cosas y que pensemos igual...todo aquel que se sale de este patrón, es diferente y se lo cuestiona, pero ¡¡¡qué bueno es ser diferente!!!

      Un saludo y muchas gracias por tu visita y comentario.

      Eliminar
  36. Hola Conxita.

    Curiosa e inquietante confrontación la que planteas entre los libros y el deporte. Es cierto que algunos consideran dichos ámbitos antagónicos; los forofos del deporte parece que desprecian los libros, y a los apasionados de los libros parece que no les gusta el deporte, bueno, luego la realidad es otra, claro. Yo soy un apasionado del deporte (además de practicante) y de los libros por igual... Eso sí, parece que no he sido tan avispado como Roberto :)

    Cuídate amiga :)

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    1. Hola Paco,

      Con mucha más frecuencia de la deseable se produce ese antagonismo entre deporte y libros, pero eso no quiere decir que se de en todos los caso.
      Conozco a personas que han vivido del deporte y son apasionadas de los libros, de la cultura en general y yo misma, adoro la lectura pero también hacer todo tipo de deporte. Los extremos nunca son buenos y posicionarse en un lado u en el otro tampoco, lo importante es que cada cual haga aquello con lo que se sienta feliz y respetar las diferencias.

      Muchas gracias por tu visita y comentario.

      Feliz semana.

      Eliminar
  37. Una divertida historia que nos puede hacer reflexionar acerca de ese tema tan espinoso: la diferencia; sobre todo si esa diferencia corresponde a una sola persona. Tendrá un camino difícil, eso seguro.
    Y claro, el dinero puede solventar muchos problemas.

    Un abrazo!

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    1. Muchas gracias U-topia.
      Las diferencias y la dificultad en mantenerlas, siempre, pero sobre todo en una edad en la que es difícil, ser distinto. Una buena autoestima y saber lo qué se quiere es fundamental, pero no siempre es posible. Mi protagonista es afortunado, sabe lo que quiere y sobre todo defenderlo.

      Y por supuesto, don dinero todo lo hace fácil, no hay diferencias si se tiene.
      Un saludo y gracias por tu comentario.

      Eliminar
  38. Me parece tan interesante tu relato, pues debemos respetar la individualidad de nuestros hijos, es verdad que a veces quisiéramos que fueran de cierta forma, pero ellos a fin de cuentas serán como ellos quieran por lo que debemos apoyarlos y ayudarlos a ser buenos en lo que a ellos les gusta; la primer película de Como entrenar a tu dragón? habla muy bien de este tema, abajo les dejo un link si quieren ver lo que escribí sobre esta película tan interesante.
    Te envío un beso y un gran abrazo Conxita.
    Nos leemos.

    http://jaqmpublishing.blogspot.com/2014/08/la-individualidad-de-un-hijo-como.html

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    1. Gracias Josue por tu comentario.

      Es cierto que a veces los padres olvidan que los hijos no son extensiones de ellos ni están para cubrir sus expectativas, los hijos son ellos mismos, con su individualidad y manera de ser y así se los quiere.

      Me paso a leer ese link que nos dejas.

      Un saludo

      Eliminar
  39. En nuestra sociedad se prima el éxito económico por encima de cualquier otra consideración, si destacas deportivamente pero no lo sabes canalizar en mejorar tu estatus económico, tampoco vales gran cosa, pero al menos serás un poco famosillo.
    Un saludo cordial.

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    1. Alfred tienes toda la razón, parece que es lo único importante que de dinero, el cómo es lo de menos. Después la fama, también por lo que sea, importa que te conozcan aunque sea mal. Absurdo.
      Muchas gracias por tu comentario.
      Feliz sábado

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  40. Por desgracia no todos los "marcianos" se sienten ni son tan afortunados. Muy bueno!!!
    Abrazo!!!

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    1. Y tanto Ma Jesús, "mi marciano" es muy afortunado, no todos tienen la suerte de tener una buena autoestima, de saber lo qué quieren y de sobreponerse a situaciones duras.
      El papel de los padres es fundamental en este aspecto, valorando las diferencias y todo lo bueno que hay en cada uno de sus hijos, sean como sean.
      Muchas gracias por tus palabras.

      Un saludito

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  41. Ser raro es divertido. Y si la rareza te lleva a hacerte rico, pues mira, eso que te llevas. Jajajaja. Besotes!!!

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    1. Ser raro es divertido cuando uno tiene una buena autoestima y sabe lo qué quiere, porque entonces se encuentra el encanto de "desentonar". Roberto lo consigue y en ese hacerse rico, resulta que los otros hasta le hacen la ola a pesar de sus rarezas.

      Absurdos sinsentidos.

      Muchas gracias por leerlo.
      Saluditos

      Eliminar
  42. A los quince años me enviaron a vivir con mis padres y el hijo de ellos. A mi me habían criado mis abuelos paternos. Desde el primer día supe que ellos pensaban diferente y allí me convertí en el rarito. En la primera oportunidad que tuve salí de esa casa y jamas volví.

    Abrazos

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    Respuestas
    1. Bienvenido Chaly, gracias por tu comentario.

      Difícil tu experiencia, pero seguro que es mejor no estar donde a uno no lo valoran por ser como es, las diferencias enriquecen nunca deberían distanciar.
      Nadie debería ser el rarito por ser o pensar distinto.

      Gracias por compartir esa vivencia.

      Si te apetece, me encantará verte de vuelta y saber tus opiniones.
      Un saludo

      Eliminar
  43. Dicen que el dinero mueve montañas, y me he quedado con las ganas se saber que decían tus padres en esa época de bonanzas. La simbiosis que has creado entre ambos hermanos, es esencial, para el desarrollo de este estupendo relato.
    Un placer leerte.
    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias Manuel por tus palabras y bienvenido.

      Pues es cierto, ¿qué dirían los padres de Roberto ante su éxito económico? A saber, se podría contar otra historia.

      Los dos hermanos son distintos y ninguno de los dos es mejor que el otro, la dificultad estriba en los padres y en cómo se posicionan ante sus hijos. La diversidad debe sumar nunca apartar o dividir.

      Me alegra que te haya gustado y me encantará volver a recibir tus opiniones.

      Un saludo

      Eliminar
  44. Un relato que parece divertido, pero que en realidad esconce un transfondo un tanto dramático. ¡Bien por tu marciano!
    Un besico, Conxita.

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    1. Hola Sue,
      Es cierto que el trasfondo del relato no es divertido.
      Mi protagonista sabe ingeniárselas para superarlo, pero para otros no ha sido tan fácil.
      Este tipo de comportamientos puede dañar a los chicos convirtiéndolos en inseguros y frustrados por no conseguir alcanzar las expectativas.

      Dejemos a los niños ser como son, aunque sean diferentes de lo que imaginábamos, no son nuestros clones ni están para responder a nuestras expectativas.
      Gracias por tu comentario.

      Un abrazo

      Eliminar
  45. Y a mi que casi se me pasa este relato!.
    Me encanta porque, más allá del valor narrativo que ya es muchísimo, nos trae reflexiones como la honestidad con uno mismo acerca de quien es, los valores familiares de respeto y cariño, la diferencia como sello y garante de un tipo de éxito en la vida, del único que importa, el que no se mide en dinero sino en satisfacción personal...
    Has construido un fresco magnífico, Conxita, nos has contado mucho más que una buena historia :)
    Muchos besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Eme por esas bonitas palabras,
      Me alegra saber que mi relato te trae esas reflexiones y sí, estoy de acuerdo contigo en que el éxito en la vida, el único que importa, es el referido a la satisfacción personal y a la propia felicidad y eso, no siempre lo da el dinero aunque es cierto que ayuda.

      Disfruta del sábado y del resto del finde.

      Un beso también para ti

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  46. A ver si a la tercera va la vencida.
    Estupendo relato, a veces los humanos somos los más extraterrestres del universo, ser distinto te complica la vida tanto o más como si vinieras de otro planeta y lo has plasmado con gracia y a la vez de una forma tan real que no deja indiferente porque de alguna manera nos ha tocado. Te felicito un gran trabajo el tuyo.
    Mucha suerte.
    Un saludo.

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    Respuestas
    1. Gracias Mariola por tus amables palabras y bienvenida a mi blog.

      ¿A la tercera va la vencida? ¿Has tenido algún problema para dejar el comentario en el blog o en Google+? No sé parece que hay problemas con los comentarios.

      Me alegra que te haya gustado la manera de tratar las diferencias, todo lo que no sea lo típico y tópico parece que da miedo y en lugar de aceptarlo, se rechaza y se intenta. Lo importante es creer en uno mismo y en aquello que nos hace felices.

      Si te apetece me encantará volver a recibirte y leer tus comentarios.

      Un abrazo

      Eliminar
  47. Por la forma de abordar el tema, he pensado en la forma de ser de la sociedad americana, donde hay obsesión por lo deportivo y los beneficios que conllevaría tener un hij@ que lograra becas deportivas para estudiar en cualquier universidad. Becas que compensan el nulo talento intelectual por cierto. Tampoco es que en nuestra sociedad eso no tenga lugar, porque sí que hay familias obsesionadas con lograr que sus hij@s logren este tipo de éxito, y convierten muchas infancias en aborrecibles cuando no es el verdadero deseo de quien desean que triunfe en lo que no le guste.

    En este texto, en lugar de congratularse en esa familia por tener hijos de diferentes talentos, fueron dejando de lado al que más lejos iba a llegar, porque la vida de un deportista es muy corta en la brecha, pero la mente dura mucho más tiempo. Así que me alegra ver que triunfó "el marciano". ¡Gran texto, un abrazo!

    ResponderEliminar
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    1. Gracias José Carlos por tu comentario.
      Yo no sé si lo llamaría obsesión por el deporte, o más bien por la fama...Uno solo tiene que asomarse un poquito por algunas competiciones amateurs y ver cómo se comportan algunos padres que creen tener a un nuevo Messi, a un Cristiano Ronaldo o a cualquiera de los mitificados jugadores de fútbol. Es posible imaginar la presión a la que se somete a los hijos para llegar a ese sueño del padre.

      En mi relato, el problema no es la confrontación entre deporte y estudios que no tiene por qué existir, sino con unos padres que no aceptan las diferencias y que priman a uno en detrimento de otro, por no cumplir sus expectativas. Ese es la dificultad, no valorar que cada uno aporta cosas distintas y que lo único importante es que sean felices y aceptar sus diferencias.

      Un saludo

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  48. Muy buen relato, Conxita! Las rarezas se disimulan con dinero... o deberíamos decir que se "perdonan" por algún tipo de interés? (Tema que da para otro relato?) De todas formas, el dinero no hace la felicidad. Pero el personaje ha logrado desprenderse de las expectativas de sus padres, eso es lo remarcable y valorable. Qué padres limitados! Me ha sorprendido ese marciano que primero leía y luego salió usando las matemáticas en su beneficio.
    Un abrazo!

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    1. Muchas gracias Mirna.
      Tienes razón que con dinero todo parece menos raro o que no tiene tanta importancia, eso es lo realmente absurdo y que da para muchos relatos.

      Lo importante es que el querido marciano ha seguido haciendo aquello que le gusta, leer, estudiar y sacar provecho de lo que aprende, y sobre todo seguir siendo feliz consigo mismo.

      Un saludo

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  49. Muy original tu punto de vista (algo compartimos en nuestros relatos en la elección de la palabra marciano como mote) y bien narrado, con el ritmo adecuado y el uso de emociones universales para hacer cercano al personaje. Casi todos nos hemos sentido alguna vez como tu protagonista, por motivos diferentes, pero al fin de al cabo la misma sensación. Muy logrado, Conxita.

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    1. Hola Alejandro,
      Ya vi en tu relato que compartíamos el mote, gracias por tus palabras.

      Tienes razón, cuando dices que todos hemos experimentado alguna vez ese sentirse marcianos, solo por ser distintos.

      Feliz domingo.

      Un saludo

      Eliminar
  50. Ingenioso relato en el que abordas el tema de los marcianos desde otro punto de vista, ¡estupendo!
    Que bueno que al final le resultó bien ser un marciano ja ja ja ;)
    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias Felipe por tus comentarios y bienvenido.

      Al final resulta que ser distinto está bien, al prota le resultó bien ser quien era, porque sobre todo era feliz siendo él mismo y haciendo lo que le gustaba, ¿quién no puede ser feliz así?

      Me alegra que te haya gustado. Me encantará, si te apetece, volverte a encontrar por aquí.

      Un saludo y feliz semana

      Eliminar
  51. No solo es bonito sino que has sido capaz de pasar de la crítica a la sorpresa. Todos nos hemos sentido de otro planeta alguna vez
    Besos

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    Respuestas
    1. Muchas gracias Mientras leo por tus amables palablas.

      Estoy de acuerdo contigo en que todos nos hemos sentido de otro planeta alguna vez...¡¡¡Y tanto!!!

      Lo importante es ser uno mismo y sentirse bien.

      Un saludo y que tengas una feliz semana

      Eliminar
  52. Buen resultado final. A veces damos importancia o descartamos algunas cosas sobre otras.
    Un besillo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias Maria.
      Al final lo que resulta es ser auténtico, sentirse bien con uno mismo e intentar con todas las fuerzas ser feliz, entonces salen las cosas.

      Tienes razón en como a veces damos mucha importancia a unas cosas por encima de otras, y al final...lo que importa es lo que hay detrás de esas cosas y en la historia, eran las diferencias que hacían únicos a los hijos.

      Un abrazo y feliz semana

      Eliminar
  53. Juraría por todos los dioses que yo en está entrada ya había comentado.

    Hay padres que tendrían que hacérselo mirar.

    El dinero convierte a lo raro en interesante. No es lo mismo ser moro que cruza el estrecho que arabejaquedenosedonde.

    Esperemos que tu prota el friky estudioso le de un puesto de trabajo a su hermano "el normal".



    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Guille, "juro por todos los dioses" que no he encontrado ningún comentario tuyo en esta entrada, pero vamos parece que hay algunos problemas con los comentarios y Google+.

      Si algo tenían mi prota Roberto y su hermano es que a pesar de las diferencias y de sus padres se querían, seguro que hará lo que pueda por su hermano.

      Los padres en algunas ocasiones se olvidan de que sus hijos son personitas independientes, con personalidades y gustos propios, se trata de aceptarlos y quererlos.

      Un saludito

      Eliminar
  54. Me ha encantado tu relato. Yo, como Roberto, siempre tuve que oír lo de que me iba a estropear los ojos y me iba a embrutecer de tanto leer, pero encima, sacaba malas notas porque todo mi tiempo se iba en leer y no estudiaba nada, hasta que de pronto, empecé a disfrutar estudiando y aprendiendo como a los quince años. Debe de ser por mis vulgares resultados académicos por lo que no me he hecho rica como tu Roberto.
    Es muy interesante esa conclusión a la que llega Roberto sobre que el dinero hace que lo raro no lo sea tanto. Vamos que a quien tiene dinero se le perdona todo.
    Un beso

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias Rosa por tu comentario-

      Ese "te estropearás la vista" creo que a más de uno nos sonaría jajaja, era un comentario muy típico...no sabían todo lo que se perdían en los libros, todo lo que aprendes y disfrutas con ello.

      Tanta suerte como Roberto, pocos, pero seguro que como él has aprendido a hacer lo que te gusta y lo disfrutas intensamente. ¡¡¡Eso es ser muy rico!!!

      ¿No crees que el dinero todo lo perdona? Se justifica lo injustificable y se ríen las gracias del que no las tiene...
      Un abrazo

      Eliminar

Mil gracias por tu comentario.
Conxita

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